- Al conmemorarse el pasado jueves 9 de Mayo, el «Día Internacional de la Trabajadora Sexual», la representante popular recordó que, la criminalización y la discriminación aún se encuentran presentes en nuestra sociedad hacia quienes ejercen el trabajo sexual.
MORELIA, MICHOACAN, MAYO DE 2022.- En Michoacán como en México, las trabajadoras sexuales son víctimas de discriminación que se suma a la explotación y violencia que sufren cada día, subrayó la diputada local, Fanny Arreola Pichardo, coordinadora de la Representación Parlamentaria de la LXXV Legislatura del Congreso del Estado.
Tras la conmemoración el pasado jueves 9 de Mayo, el Día Internacional de la Trabajadora Sexual, la diputada por el Distrito Local de Apatzingán recordó que, la criminalización y la discriminación aún se encuentran presentes en nuestra sociedad hacia quienes ejercen el trabajo sexual.
“El Consejo Nacional para Prevenir y Eliminar la Discriminación señala que, para hablar sobre trabajo sexual resulta prioritario distinguirlo de la trata de personas en su modalidad de explotación sexual, al ser este último un delito y una grave violación a los derechos humanos de niños, niñas, mujeres y hombres”.
Abundó que el trabajo sexual contempla diversas variantes y tipos de actividades, que se pueden ejercer en la vía pública, en algún establecimiento mercantil o inclusive vía internet; y su diferencia radica, en la autonomía con la cual las personas deciden ejercer y ofrecer servicios sexuales o eróticos para obtener algún tipo de ingreso.
“Es fundamental entender que, las trabajadoras sexuales, son personas autónomas, dignas y con derechos, por lo que es obligación de las autoridades garantizar el ejercicio de sus derechos en igualdad de condiciones”.
Fanny Arreola, refirió que, la ausencia de normas que reconozcan esta práctica como un trabajo, permite la existencia de políticas públicas que lo criminalizan y reprimen, elevando con ello la vulnerabilidad de quienes lo ejercen.
“Una grave vulneración a las personas trabajadoras sexuales es la carencia de servicios de salud adecuados para tratar y prevenir enfermedades de transmisión sexual y de alta exposición como el virus de inmunodeficiencia humana y el síndrome de inmunodeficiencia adquirida”.
Destacó la urgencia de que, tanto en Michoacán como en México se establezcan estrategias para dejar de criminalizar el trabajo sexual y afrontarlo desde una perspectiva de derechos humanos.