Morelia, Michoacán, 9 de noviembre de 2025. En una tierra marcada por contrastes —donde la riqueza cultural y productiva convive con años de violencia y desgaste social—, la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, presentó este mediodía el Plan Michoacán por la Paz y la Justicia. Un programa que, más que una estrategia de seguridad, busca ser un proceso de reconstrucción comunitaria, basado en la memoria histórica, las familias y las raíces colectivas que dan identidad al estado.
La presentación se realizó ante representantes federales, estatales, organizaciones civiles y líderes comunitarios. Durante el anuncio, Sheinbaum reconoció abiertamente la complejidad del momento que vive Michoacán, y sostuvo que las soluciones no pueden limitarse al despliegue policial, sino que deben acompañarse de oportunidades reales para el desarrollo.
“Michoacán ha sido siempre semilla de cambio. Tierra de luchas, pensamiento y resistencia. Hoy volvemos a convocar esa fortaleza para recuperar la paz desde la comunidad y la justicia social”, expresó la Presidenta.
El plan contempla 100 acciones estratégicas orientadas a distintos frentes: seguridad pública y proximidad ciudadana, rescate de espacios públicos, impulso al campo y la producción local, becas educativas, apoyo a mujeres, programas de salud y fortalecimiento de escuelas normales rurales, entre otros.
La iniciativa contará con una inversión aproximada de 57 mil millones de pesos, que se ejercerá durante lo que resta de este año y los periodos fiscales de 2026 y 2027. La intención es que el recurso llegue a los territorios, especialmente a las regiones que han vivido situaciones prolongadas de abandono institucional.
Sectores sociales consultados destacaron que el desafío no solo radica en ejecutar programas, sino en recuperar la confianza de las comunidades. Para muchos, la paz en Michoacán no es solo la ausencia de violencia, sino la posibilidad de vivir con dignidad: trabajar la tierra, abrir los comercios sin miedo, caminar las calles, volver a aprender a convivir.
“Queremos que nuestros hijos crezcan aquí, sin tener que irse. Que la vida vuelva a ser tranquila. Que nuestras fiestas, nuestras plazas y nuestras tradiciones no se pierdan”, compartió una promotora cultural de la región de Tierra Caliente.
La respuesta ciudadana será clave. Diversas organizaciones señalaron que se mantendrán vigilantes para que la inversión prometida se traduzca en resultados claros y verificables.
Porque, más allá de cifras y documentos, lo que está en juego es el regreso a un Michoacán capaz de mirarse a sí mismo sin miedo: productivo, solidario y orgulloso de su historia.


